☰ menú
 



Sólo sueñan cuando duermen

Non soñan máis que cando durmen
Castelao


Mi padre tiene mil años que reverdecidos se posan
en mi hombro. Yo soy mi hijo y he nacido un poco
más tarde. Acabamos de llegar a la sustancia
vivificadora del invierno, al reducto de arroz
que impulsa nuestro vuelo alimentándolo.
No reposamos: permanecemos detrás del mundo
mecidos por la fatiga; no estamos solos ni descoloridos:
hay una claridad de ausencias encalando nuestro silencio.
Míranos bien. Te invitamos a vivir si prometes
no despertarnos.



De: Mientras la lluvia no borre las huellas


HÉCTOR ROSALES


regresar