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Héctor Rosales

galería fotográfica - 3

 

Con el amigo Fernando Cabrera, músico e intérprete uruguayo, en una imagen de promoción de un recital conjunto en Barcelona, 1993.


Durazno (Uruguay), abril 1994, cultivando mi vocación rural.


Barcelona, verano de 1994.


París, agosto 1994.


Con Mª Carmen en Lisboa, enero 1995.
En la capital portuguesa encontré mucho del sur latinoamericano y también del norte europeo. Lo certificaba un rumor mediterráneo de fondo, que bien podría estar señalando a esta cadenciosa, profunda y sensitiva ciudad como el centro de todos los caminos.


En la Alhambra, Granada, 1995, paseando por la magia en estado puro.


Fuentevaqueros, Granada, 1995, ante la casa natal de García Lorca, luego de haberla visitado.


Suelo emplear a diario el metro barcelonés. Aquí junto a Mª Carmen en una imagen de septiembre 1995.


Bar “El Quijote”, Montevideo, 20-07-1996, en compañía de los compinches Miguel Motta (narrador y periodista uruguayo, a mi izquierda) y el vate barbado de las letras orientales, Rolando Faget, a la derecha de la imagen.


Montevideo, julio 1996.
Mi ciudad natal no ha dejado de estar presente en cualquier lugar del exterior. La he visto en muchas calles extranjeras, saludándome con un pañuelo verde heredado de los árboles. Cada vez que volví a ella le traje saludos de antiguas esquinas, donde otros vientos recordaban al viento montevideano mientras agitaban las velas de mi memoria.
Pude navegar después con ese aire, mezclado de rumbos y pájaros, y siempre bajo los reflejos del interminable cielo uruguayo. .


“La llamada es para ti”. Londres, diciembre 1997.


En medio de dos poetas amigos, dos de los mejores exponentes de mi generación: Rafael Courtoisie (a la izda. de la imagen) y Luis Bravo.
La foto forma parte de una serie tomada en la casa de Bravo, en Solymar (departamento de Canelones, Uruguay), abril de 1998


De izda. a dcha.: Bravo, Courtoisie, Rosales y “el cocodrilo que les ayuda a la hora de escribir...
Solymar (Uruguay), abril 1998.


Montevideo, abril 1998. En una visita al Ministerio de Cultura y en compañía (a mi izda.) de los poetas Washington Benavides, Jorge Arbeleche y Sergio Altesor.