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ENRIQUE DÍEZ-CANEDO

 

   Danza de indios Danza de indios de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

Toda tierra es raíz, es tronco, es rama, tallo sin yema en que la flor reviente. ¡Oh enérgico poder! Fuerza de savias, ímpetu ascendente, fuego sin llama. Danza sin mujer. De: Epigramas americanos

 

   El desterrado El desterrado de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Juan Rejano    

primeros versos

Todo lo llevas contigo, tú, que nada tienes. Lo que no te han de quitar los reveses porque es tuyo y sólo tuyo, porque es íntimo y perenne, y es raíz, es tallo, es hoja, flor y fruto, aroma y jugo, todo a la vez, para siempre. No es recuerdo que subsiste ni anhelo que permanece; no...

 

   Entrando en Río de Janeiro Entrando en Río de Janeiro de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

La noche, reina negra, desciende hasta sus mares. Para el baño la ornaron sus doncellas. En sus pechos de sombra luminosos collares. En sus crespos cabellos un enjambre de estrellas. De: Epigramas americanos

 

   Han venido los húngaros Han venido los húngaros de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Nuria Espert    

primeros versos

Han venido los húngaros, hermana, osos de tardo andar, monos ladinos lleva la miserable caravana. Son los hombres esbeltos y cetrinos. Fuman pipas enormes. Llevan rojos casquetes, de los cuales se desborda la maraña de pelo, y en sus ojos brilla el destino de la errante horda. Son...

 

   Las cuatro negras de Colón Las cuatro negras de Colón de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

Blanco y azul, rosa y verde; nada que ajuste y concuerde sino en la desarmonía. Son estas cuatro matronas como banderas chillonas, cuya extraña algarabía tiene alardes inauditos, tiene cadencias bestiales. Son banderas de señales que hablan, no a señas, a gritos...

 

   Los laureles reales Los laureles reales de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

Qué lluvia de saetas! Certera, en cada copa de laurel, incesante, la campiña las clava. ¿O es fugitivo ejército que cede ante la tropa de la noche que llega, más compacta y más brava? II Ya está el árbol repleto. Mas no es son de aleluya su canto: es de tumulto, de pasión, de congoja...

 

   Montevideo a la vista Montevideo a la vista de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

Ya el mar es patria, no destierro; porque el espíritu de Ariel esboza una ciudad y un cerro con su luminoso pincel. De: Epigramas americanos

 

   Partida Partida de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

Cádiz es amigo ejemplar. Te trae a bordo, y, al zarpar, te dice adiós. El mar y el cielo te envuelven, y entre cielo y mar todavía ves blanquear su temblor de último pañuelo...

 

   Peces voladores Peces voladores de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

Parece el mar sereno, y una guerra civil quizá en él se desata. De su seno surgidas, se clavan en su seno las saetas de plata. De: Epigramas americanos

 

   Plegaria para ir al cielo Plegaria para ir al cielo de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

Señor, a tus designios me someto! Mi deber de hombre honrado cumplí, y aguardo, quieto, lo que hayas decretado. ¡Contigo, junto a ti, del diestro lado! Y en mi mano el boleto, si no de ganador, de colocado....

 

   Una plaza Una plaza de Enrique Díez-Canedo   


En la voz de Carmen Feito Maeso    

primeros versos

La fachada barroca detuvo en un momento, que ya es de siglos, toda su masa en movimiento. Duerme la iglesia. Duerme la plazuela tranquila. Para que no despierte la palmera vigila. La ciudad sus rumores vuelve arrullo sedeño. Una mujer de manto cruza, como un ensueño. De: Epigramas ...




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  Epigramas Americanos