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30 años. Madres coraje    

    Editora del videograma:    
    TEA Imagen        
por Horacio Salinas    
Página web de TEA Imagen    
  

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Tres árboles


    Tres árboles caídos
quedaron a la orilla del sendero.
El leñador los olvidó, y conversan,
apretados de amor, como tres ciegos.

    El sol de ocaso pone
su sangre viva en los hendidos leños
¡y se llevan los vientos la fragancia
de su costado abierto!

    Uno, torcido, tiende
su brazo inmenso y de follaje trémulo
hacia otro, y sus heridas
como dos ojos son, llenos de ruego.

    El leñador los olvidó. La noche
vendrá. Estaré con ellos.
Recibiré en mi corazón sus mansas
resinas. Me serán como de fuego.
¡Y mudos y ceñidos,
nos halle el día en un montón de duelo!



III de Desolación



GABRIELA MISTRAL






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