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La huida de Egipto

          Decidió pasar el resto de su vida dentro de un tubo
de plexiglás. Para ello creyó conveniente hacerse con
un burro. A eso del mediodía los dos se encontraron en el
          mundo del plexiglás. Los habitantes entonaron himnos de
          bienvenida, hosannas aleluyas. Era de nuevo, el
                    Domingo de Ramos.


LEOPOLDO MARÍA PANERO




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