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La muerte del profeta






Profético de pájaros, remece tempestades

el árbol, dominado por mística soberbia;

mas, subrepticiamente, sofoca sus ramajes,

en fatales volutas, airosa madreselva.

Titán sobrecogido, va quedándose exangüe

bajo el nudo lascivo. Reído vena a vena,

deshecho finalmente, desplómase cobarde,

caída la soberbia cual truncada cabeza.





De: SEMANA SANTA EN LA NIEBLA
Selección: Emma Gómez
Crítica literaria


ROGELIO SINÁN




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