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RUBÉN DARÍO

 

   A Juan Ramón Jiménez

primeros versos

XI ¿Tienes, joven amigo, ceñida la coraza para empezar, valiente, la divina pelea? ¿Has visto si resiste el metal de tu idea la furia del mandoble y el peso de la maza? ¿Te sientes con la sangre de la celeste raza que vida con los números pitagóricos crea? ¿Y, como el fuerte Herakles al león de Nemea, ...

 

   A Roosevelt

primeros versos

Es con voz de la Biblia, o verso de Walt Whitman, que habría que llegar hasta ti, Cazador, primitivo y moderno, sencillo y complicado, con un algo de Washington y cuatro de Nemrod. Eres los Estados Unidos, eres el futuro invasor de la América ingenua que tiene sangre indígena, ...

 

   Abantes

primeros versos

Himnos a la sagrada Naturaleza; al vientre de la tierra y al germen que entre las rocas y entre las carnes de los árboles, y dentro humana forma, es un mismo secreto y es una misma norma, potente y sutilísimo, universal resumen de la suprema fuerza, de la virtud ...

 

   Al rey Óscar

primeros versos

Así, sire, en el aire de la Francia nos llega la paloma de plata de Suecia y de Noruega, que trae en vez de olivo una rosa de fuego. Un búcaro latino, un noble vaso griego recibirá el regalo del país de la nieve. Que a los reinos boreales el patrio viento lleve otra rosa de sangre y de luz españolas; ...

 

   Allá lejos

primeros versos

Buey que vi en mi niñez echando vaho un día bajo el nicaragüense sol de encendidos oros, en la hacienda fecunda, plena de armonía del trópico; paloma de los bosques sonoros del viento, de las hachas, de pájaros y toros salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía. Pesado buey, ...

 

   Autumnal

primeros versos

En las pálidas tardes yerran nubes tranquilas en el azul; en las ardientes manos se posan las cabezas pensativas. ¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces sueños! ¡Ah las tristezas íntimas! ¡Ah el polvo de oro que en el aire flota, tras cuyas ondas trémulas se miran los ojos tiernos y húmedos, ...

 

   Ay, triste del que un día...

primeros versos

¡Ay, triste del que un día en su esfinge interior pone los ojos e interroga! Está perdido. ¡Ay del que pide eurekas al placer o al dolor! Dos dioses hay, y son: Ignorancia y Olvido. Lo que el árbol desea decir y dice al viento, y lo que el animal manifiesta en su instinto, ...

 

   Broche

primeros versos

¡Poeta! Nunca improvises. Improvisando, los vates cometen muchos deslices. ¡por un buen verso que dices hablas diez mil disparates. Selección: Carmen González Huguet

 

   Campoamor

primeros versos

Este del cabello cano, como la piel del armiño, juntó su candor de niño con su experiencia de anciano; cuando se tiene en la mano un libro de tal varón, abeja es cada expresión que, volando del papel, deja en los labios la miel y pica en el corazón.

 

   Canción de otoño en primavera

primeros versos

Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro..., y a veces lloro sin querer. Plural ha sido la celeste historia de mi corazón. Era una dulce niña, en este mundo de duelo y aflicción. Miraba como el alba pura sonreía como una flor. Era su cabellera oscura hecha de noche ...

 

   Canto de esperanza

primeros versos

Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste. Un soplo milenario trae amagos de peste. Se asesinan los hombres en el extremo Este. ¿Ha nacido el apocalíptico Anticristo? Se han sabido presagios y prodigios se han visto y parece inminente el retomo del Cristo. ...

 

   Cantos de vida y esperanza

primeros versos

Yo soy aquel que ayer no más decía el verso azul y la canción profana, en cuya noche un ruiseñor había que era alondra de luz por la mañana. El dueño fuí de mi jardín de sueño, lleno de rosas y de cisnes vagos; el dueño de las tórtolas, el dueño de góndolas...

 

   Carne, celeste carne de la mujer

primeros versos

¡Carne, celeste carne de la mujer! Arcilla dijo Hugo , ambrosía más bien, ¡oh maravilla!, la vida se soporta, tan doliente y tan corta, solamente por eso: ¡roce, mordisco o beso en ese pan divino para el cual nuestra sangre es nuestro vino! En ella está la lira, en ella está la rosa, ...

 

   Caupolicán

primeros versos

A Enrique Hernández Miyares Es algo formidable que vio la vieja raza: robusto tronco de árbol al hombro de un campeón salvaje y aguerrido, cuya fornida maza blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón. Por casco sus cabellos, su pecho por coraza, pudiera tal guerrero, ...

 

   Coloquio de los centauros

primeros versos

En la isla en que detiene su esquife el argonauta del inmortal Ensueño, donde la eterna pauta de las eternas liras se escucha isla de oro en que el tritón elige su caracol sonoro y la sirena blanca va a ver el sol un día se oye el tropel vibrante de fuerza y de harmonía. Son los Centauros. ...

 

   De otoño

primeros versos

Yo sé que hay quienes dicen: ¿Por qué no canta ahora con aquella locura armoniosa de antaño? Esos no ven la obra profunda de la hora, la labor del minuto y el prodigio del año. Yo, pobre árbol, produje, al amor de la brisa, cuando empecé a crecer, un vago y dulce son. ...

 

   Del trópico

primeros versos

¡Qué alegre y fresca la mañanita! Me agarra el aire por la nariz; Los perros ladran y un chico grita y una muchacha gorda y bonita, junto a una piedra, muele maíz. Un mozo trae por un sendero Sus herramientas y su morral; Otro, con caites y sin sombrero, Busca una vaca con su ternero ...

 

   El cisne

primeros versos

Fue en una hora divina para el género humano. El cisne antes sólo cantaba para morir. Cuando se oyó el acento del cisne Wagneriano fue en medio de una aurora, y fue para revivir. Sobre las tempestades del humano oceano se oye el canto del Cisne; no se cesa de oír, dominando el martillo ...

 

   Era un aire suave...

primeros versos

Era un aire suave, de pausados giros; El hada Harmonía ritmaba sus vuelos; É iban frases vagas y tenues suspiros Entre los sollozos de los violoncelos. Sobre la terraza, junto á los ramajes Diríase un trémolo de liras eolias Cuando acariciaban los sedosos trajes Sobre el tallo erguidas ...

 

   Flores lívidas

primeros versos

Las sonrisas sin encías, y las miradas sin ojos, las visiones de los sueños de los pálidos neuróticos, invisibles enemigos, implacables odios póstumos, hacen que dé la flor lívida del rosal del manicomio -que crece y que tiene savia- con la sangre de los locos. ...

 

   Folo

primeros versos

El biforme ixionida comprende de la altura, por la materna gracia, la lumbre que fulgura, la nube que se anima de luz y que decora el pavimento en donde rige su carro Aurora, y la banda de Iris que tiene siete rayos cual la lira en sus brazos siete cuerdas, los mayos en la fragante tierra ...

 

   Ite, missa est

primeros versos

Yo adoro a una sonámbula con alma de Eloísa, virgen como la nieve y honda como la mar; su espíritu es la hostia de mi amorosa misa, y alzo al són de una dulce lira crepuscular. Ojos de evocadora, gesto de profetisa, en ella hay la sagrada frecuencia del altar: su risa en la sonrisa suave ...

 

   La bailarina de los pies desnudos

primeros versos

Iba en un paso rítmico y felino a avances dulces, ágiles o rudos, con algo de animal y de felino la bailarina de los pies desnudos. Su falda era la falda de las rosas, en sus pechos había dos escudos... Constelada de casos y de cosas... La bailarina de los pies desnudos. Bajaban mil deleites de los ...

 

   La cabeza del Rawí

primeros versos

I ¿Cuentos quieres, niña bella? Tengo mucho que contar: de una sirena del mar, de un ruiseñor y una estrella, de una cándida doncella que robó un encantador, de un gallardo trovador y de una odalisca mora, con sus perlas de Bassora y sus chales de Labor. II Cuentos dulces, cuentos bravos, ...

 

   La calumnia

primeros versos

Puede una gota de lodo sobre un diamante caer; puede también de este modo su fulgor obscurecer; pero aunque el diamante todo se encuentre de fango lleno, el valor que lo hace bueno no perderá ni un instante, y ha de ser siempre diamante por mas que lo manche el cieno.

 

   La cartuja

primeros versos

Este vetusto monasterio ha visto, secos de orar y pálidos de ayuno, con el brevario y con el Santo Cristo, a los callados hijos de San Bruno. A los que en su existencia solitaria, con la locura de la cruz y el vuelo místicamente azul de la plegaria, fueron a Dios en busca de consuelo. ...

 

   La gran cosmópolis

primeros versos

¡Sé que hay placer y que hay gloria Allí en el Waldorf Astoria, En donde dan su victoria La riqueza y el amor; Pero en la orilla del río Sé quienes mueren de frío, Y lo que es triste, Dios mío, De dolor, dolor, dolor...!

 

   Latigazo

primeros versos

Los que escriben con decoro, con pluma excelsa y no sierva, esos tienen de Minerva el casco de oro.¡Los escritores cazurros que insultan y causan ascos, ésos tiene cuatro cascos, como los burros! Selección: Carmen González Huguet

 

   Lo fatal

primeros versos

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de estar vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... ...

 

   Los cisnes

primeros versos

¿Qué signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello al paso de los tristes y errantes soñadores? ¿Por qué tan silencioso de ser blanco y ser bello, tiránico a las aguas e impasible a las flores? Yo te saludo ahora como en versos latinos te saludara antaño Publio Ovidio Nasón. ...

 

   Los motivos del lobo

primeros versos

El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de Asís, está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de robo, las fauces de furia, los ojos de mal: ¡el lobo de Gubbio, el terrible lobo! Rabioso, ha asolado los alrededores; cruel, ...

 

   Los que auscultasteis el corazón... (Nocturno)

primeros versos

A Mariano de Cavia Los que auscultasteis el corazón de la noche, los que por el insomnio tenaz habéis oído el cerrar de una puerta, el resonar de un coche lejano, un eco vago, un ligero rüido... En los instantes del silencio misteriosos, cuando surgen de su prisión los olvidados, ...

 

   Marcha Triunfal

primeros versos

¡Ya viene el cortejo! ¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines, la espada se anuncia con vivo reflejo; ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines. Ya pasa debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes, los arcos triunfales en donde las Famas erigen sus largas trompetas ...

 

   Margarita

primeros versos

Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar: tu acento. Margarita, te voy a contar un cuento. Este era un rey que tenía un palacio de diamantes, una tienda hecha del día ... y un rebaño de elefantes, un kiosco de malaquita, un gran manto ...

 

   Marina

primeros versos

Mar armonioso, mar maravilloso, tu salada fragancia, tus colores y músicas sonoras me dan la sensación divina de mi infancia en que suaves las horas venían en un paso de danza reposada a dejarme un ensueño o regalo de hada. Mar armonioso, mar maravilloso, ...

 

   Medallones (I)

primeros versos

De las eternas musas el reino soberano recorres, bajo un soplo de vasta inspiración, como un rajah soberbio que en su elefante indiano por sus dominios pasa de rudo viento al son. Tú tienes en su canto como ecos de Océano; se ve en tu poesía la selva y el león; salvaje luz irradia la lira ...

 

   Medallones (II)

primeros versos

Puede ajustarse al pecho coraza férrea y dura; puede regir la lanza, la rienda del corcel; sus músculos de atleta soportan la armadura^Ê pero él busca en las bocas rosadas, leche y miel. Artista, hijo de Capua, que adora la hermosura, la carne femenina prefiere su pincel; ...

 

   Medallones (III)

primeros versos

En su país de hierro vive el gran viejo, bello como un patriarca, sereno y santo. Tiene en la arruga olímpica de su entrecejo, algo que impera y vence con noble encanto. Su alma del infino parece espejo; en sus cansados hombros dignos del manto; y con arpa labrada de un roble, añejo, ...

 

   Melancolía

primeros versos

Hermano, tú que tienes la luz, dame la mía. Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas. Voy bajo tempestades y tormentas ciego de ensueño y loco de armonía. Ese es mi mal. Soñar. La poesía es la camisa férrea de mil puertas cruentas que llevo sobre el alma. ...

 

   Mía

primeros versos

Mía: así te llamas. ¿Qué más armonía? Mía: luz del día; mía: rosas, llamas. ¡Qué aromas derramas en el alma mía, si sé que me amas, ¡oh Mía!, ¡oh Mía! Tu sexo fundiste con mi sexo fuerte, fundiendo dos bronces. Yo, triste; tú, triste... ¿No has de ser, entonces, mía hasta la ...

 

   Nicaragua

primeros versos

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño tantas rubias bellezas y tropical tesoro, tanto lago de azures, tanta rosa de oro, tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño. Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño, la caja de armonía que guarda mi tesoro, La peaña de diamantes del Ídolo ...

 

   Nocturno

primeros versos

Los que auscultasteis el corazón de la noche, los que por el insomnio tenaz habéis oído el cerrar de una puerta, el resonar de un coche lejano, un eco vago, un ligero rüido... En los instantes del silencio misteriosos, cuando surgen de su prisión los olvidados, en la hora de los muertos, ...

 

   Poema del otoño

primeros versos

Tú, que estás la barba en la mano meditabundo, ¿has dejado pasar, hermano, la flor del mundo? Te lamentas de los ayeres con quejas vanas: ¡aún hay promesas de placeres en los mañanas! Aún puedes casar la olorosa rosa y el lis, y hay mirtos para tu orgullosa cabeza gris. ...

 

   Quiero expresar mi angustia en versos... (Nocturno)

primeros versos

Quiero expresar mi angustia en versos que abolida dirán mi juventud de rosas y de ensueños, y la defloración amarga de mi vida por un vasto dolor y cuidados pequeños. Y el viaje a un vago Oriente por entrevistos barcos, y el grano de oraciones que floreció en blasfemias, ...

 

   Reto

primeros versos

Arquero luminoso, desde el Zodíaco llegas; aun presas en las crines tienes abejas griegas; aun del dardo herakleo muestras la roja herida por do salir no pudo la esencia de tu vida. ¡Padre y Maestro excelso! Eres la fuente sana de la verdad que busca la triste raza humana: aun Esculapio ...

 

   Retorno (1907)

primeros versos

El retorno a la tierra natal ha sido tan sentimental, y tan mental, y tan divino, que aún las gotas del alba cristalinas están en el jazmín de ensueño, de fragancia y de trino. Por el Anfión antiguo y el prodigio del canto se levanta una gracia de prodigio y encanto que une carne y espíritu, ...

 

   Rimas (XI)

primeros versos

Voy a confiarte, amada, uno de los secretos que más me martirizan. Es el caso que a las veces mi ceño tiene en un punto mismo de cólera y esplín los fruncimientos. O callo como un mudo, o charlo como un necio, suplicando el discurso de burlas, carcajadas y dicterios. ¿Que me miran? Agravio. ...

 

   Salutación del optimista

primeros versos

Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda, espíritus fraternos, luminosas almas, ¡salve! Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos; mágicas ondas de vida van renaciendo de pronto; ...

 

   Silencio de la noche, doloroso silencio... (Nocturno)

primeros versos

Silencio de la noche, doloroso silencio nocturno... ¿Por qué el alma tiembla de tal manera? Oigo el zumbido de mi sangre, dentro de mi cráneo pasa una suave tormenta. ¡Insomnio! No poder dormir, y, sin embargo, soñar. ¡Sería la auto-pieza de disección espiritual, ...

 

   Sonatina

primeros versos

 

   Sonatina

primeros versos

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro; y en un vaso olvidada se desmaya una flor. El jardín puebla el triunfo ...

 

   Tarde del Trópico

primeros versos

Es la tarde gris y triste. Viste el mar de terciopelo y el cielo profundo viste de duelo. Del abismo se levanta la queja amargo y sonora La onda, cuando el viento canta, llora, Los violines de la bruma saludan al sol que muere. Salmodia la blanca espuma: miserere. La armonía el cielo inunda, ...

 

   Triste, muy tristemente

primeros versos

Un día estaba yo triste, muy tristemente viendo cómo caía el agua de una fuente; era la noche dulce y argentina. Lloraba la noche. Suspiraba la noche. Sollozaba la noche. Y el crepúsculo en su suave amatista, diluía la lágrima de un misterioso artista. Y ese artista era yo, ...

 

   Un soneto a Cervantes

primeros versos

Horas de pesadumbre y de tristeza paso en mi soledad. pero Cervantes es buen amigo. Endulza mis instantes ásperos, y reposa mi cabeza. Él es la vida y la naturaleza, regala un yelmo de oros y diamantes a mis sueños errantes. Es para mí. suspira, ríe y reza. Cristiano y amoroso . ...

 

   Venus

primeros versos

En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría. En busca de quietud, bajé al fresco y callado jardín. En el obscuro cielo, Venus bella temblando lucía, como incrustado en ébano en dorado y divino jazmín. A mi alma enamorada, una reina oriental parecía, que esperaba a su amante, ...

 

   Versos de otoño

primeros versos

Cuando mi pensamiento va hacia ti, se perfuma; tu mirar es tan dulce, que se torna profundo. Bajo tus pies desnudos aún hay blancos de espuma, y en tus labios compendias la alegría del mundo. El amor pasajero tiene encanto breve, y ofrece un igual término para el gozo y la pena. ...

 

   Yo persigo una forma

primeros versos

Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo, botón de pensamiento que busca ser la rosa; se anuncia con un beso que en mis labios se posa al abrazo imposible de la Venus de Milo. Adornan verdes palmas el blanco peristilo; los astros me han predicho la visión de la Diosa; ...