NEUS AGUADO | |
Tus ojos medievales, quizá grises quizá verdes, y los ojos azules mencionados en la literatura occidental. Palabras inapropiadas como pingüinos en el Sahara, y el saber que nunca supimos. Preferir lo zafio a lo sublime como un mandato que nos destierra del paraíso y nos conmina ... | |
Sacar a pasear el alma como quien saca un perro, no permitir que te ladre ni que te lama, plancharla después del bronceado y procurar que no se queme, aunque arda. Consumir el fuego sobrante y, si no hay más remedio, mandarla una vez más a la hoguera o a la tintorería. ... | |
El mensajero de las siete llaves, el que nunca recuerdo ni sé cómo se llama, me dijo los secretos de tu vientre y tu cama. si niegas lo que amas el amor reverdece, si amas lo que niegas el amor te enloquece. Busqué el libro que tus manos habían sostenido, el de la miniatura de Jean Fouquet ... | |
En los días de lluvia siento el reclamo de tu amor con esa nitidez del agua que limpia el verdor de los jardines y los hace nuestros y prodigiosos y quisiera ser por un momento tierra, para sentir el roce de tus pies desnudos en el jardín de las delicias prohibidas, y alzarme rosa para acariciar tu rostro. ... | |
Cómo saber si es todo tan callado, cómo adivinar que más allá de mi mano hay un espejo que refleja un sinfín de rosas mustias, cómo saber si es todo tan oscuro, cómo saber si es todo tan incierto y escribo al buen tuntún como si fuera la primera vez y amo a ciegas como todas las veces ... | |
Y siempre, en el momento más inesperado oyes aquel timbre de voz perdido en tu memoria y vuelves a no respirar, y recuerdas las voces que desde el nacimiento te han acompañado, las más queridas, y vuelves a preguntarte si esta vez sí si esta vez será la voz que desde siempre has estado esperando ... |