VIRGILIO LÓPEZ LEMUS | |
Una rosa es una mano es una rosa es una linfa es una isla es una luna es una nube que viene en la tormenta. Una tormenta es el otoño es el verano es la infancia es el desaste es el viento que arrastra consigo las nubes y las islas. Una isla es una rosa es una mano es una patria es una manta ... | |
A Juana Rosa Pita Mañanica de diciembre luminosa y perfumada, ha llegado Juana Rosa nacida en esta mañana. Pastorcillos la anunciaron, negras cantaron sus nanas, y chiquillos sobre el Prado líneas de luz dibujaban. El sol salió calentito sobre toda nuestra Habana y un Carnaval ... | |
Creo en la grata mansedumbre de una manzana. Y si de creer se trata, yo creo en el día de Dios repartido en el cosmos como un abanico que se abre y cuyos rayos son caminos, tumultuosos caminos por los cuales se despeña el hombre. Creo en la santísima voluntad de estar vivo donde estoy, ... | |
Hundirme en tu belleza tan hondo, tan en ti que yo perezca en tu caricia, que ni el agua de mis ojos o el silencio mismo sean más que tu piel. Soledad, milagro de tu frente, en ti se advierte el ciervo que dormita en el claro del bosque y de pronto se pierde entre la yerba. ... | |
Yo soy el jorobado, me retuerzo en la sábana nocturna soñándome atleta. Y soy el paralítico en una silla dura y giradora, la muchacha fea, el pederasta cuando escupe la sal, el corredor caído que gime y se levanta y sobre todo se siente triunfador del mundo. Soy la asesinada ... | |
Escucha: qué silencio, qué silencio. Me abraza el silencio como un padre y como un padre de muerte me circunda. Ni siquiera el sonido de las aguas. Si cantara tres veces algún gallo. Qué silencio, Dios mío, cuánta espuma de tiempo se agolpa en la tristeza. Ni siquiera el rumor de los espejos. ... | |
Junto a Dios en mis manos, oro, truena el viento, se filtra, anuncia lluvia torrencial. Junto a Dios. Reúno en la oración palabra y sueño. Dejo tenue el vuelo del poema entre algas reflotadas de un pantano. Dios me perdona el ansia de imitarlo y conversa, baja a la montaña, ... | |
Hacia dónde me pides que marche, hacia qué Vellocino, hacia cuál Ítaca, si toda marcha será la de Ícaro mirado por Narciso en una tarde de lluvia? ¿He de irme hacia dónde, cuál fue el sitio que me vio partir huyendo de la nada? Un ángel sólo es un nuncio y yo quiero ser mucho más ... | |
Con esos mismos ojos miras a través de la ventana, y ves el movimiento efímero y eterno. Con esos mismos ojos desnudaste el cuerpo y sus prodigios, el paisaje estelar. Te sirvieron como peces, te abrieron los caminos. Mira como miran las distancias, cómo observan el amor. ... | |
Tigre, tigre: El poeta está sobre las ramas. Allí lo veo como un ángel cotidiano. El poeta vive sobre esas ramas verdes o está tratando de vivir como quien pone el pie en la tierra y el otro en lo infinito. La eternidad, el tiempo todo, eres tú: tigre, tigre. Dios mismo está en las rayas de tu traje. ... | |
Te vas quedando solo. Apoyaste todo tu amor en los ancianos que te sonríen y luego se marchan. Escribiste páginas borrables y poemas de corta duración, como tu vida. Ni los libros leídos ni los más amados estarán contigo allá, que es dónde. Abiertamente solo, vas pensando, ... |