WINÉTT DE ROKHA | |
La mancha trágica de tus cabellos, encarna un mar fascinante y entenebrecido. Albea tu frente magnifica, escrita de surcos, y tus sienes como dos azucenas puras. Tus cejas y tus pestañas interrogadoras recogen la esmeralda enferma de tus ojos. Se destaca en la oscuridad del fondo ... | |
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Entre las piedras, brotadas de musgo, se estancó la pena, como agua de lluvias desmemoriadas, Flor malsana, mujer eterna, abandonada y obscura mano de pétalos de aluminio. Caravana de polvo, siniestra, multitud de agujas envenenadas, rebozo gris, gabardina de ocaso, ... | |
Resuena en las amapolas del cielo mis historia de piedra dormida, desde el suceso inmemorial de los crepúsculos. Prolongo mares de árboles besando el camino sin término. Entrego a la vida mi sombra de calle tranquila; -balcón en la ciudad de los arabescos inusitados-. ... | |
Sobrecogida, bajo el arco cándido de los vientos azules, arrojo desde mi balaustrada en avance, (como labios que van a besar), la mirada hacia el océano amarillo. Todo vive ese olor mojado de rasal llovido y de naranja; el gato -flor de cardo de invierno- se elctriza y se hace cantar, ... | |
A menudo la soledad, con su gran rumor de silencio, merodea en mi alma. Las almas oscuras de los murciélagos, azotan ilusiones sombrías en los vidrios. Friolentas, las chimeneas echan su aliento triste, hacia los caminos libres y sin huellas del cielo y del tiempo. La respiración de flor del niño ... | |
Era el tiempo inmóvil de la flor del jacinto; (cuando yo era como las manzanas). Y tú viniste, como todas las cosas, que se encienden en el universo: las tempestades, las sombras de la vida. Y sin embargo... venía tan nueva la composición de caminos debronce que andabas edificando. ... | |
Porque los exaltados nubarrones descienden en la soledad del amanecer, y los altos tejados inyectan su veneno de hastío, y sobrepujan a la onda exterior y superficial del día. ¿De dónde han venido aquellas mariposas tan amarillas, a deshojar un collar de ébano alrededor ... |