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PAULINA VINDERMAN

 

   Cruces

primeros versos

De golpe es muy extraño sobrevivir, recordar a la mujer hechizada y no el momento en que se fue: más errante que nunca pero muy poco sabia, torpe en el bullicio del verano, torpe en la espera. Hubo un hombre sin sueños para siempre detenido en la estación del calor. No se reconocieron ...

 

   El canje

primeros versos

En algunos poemas el arte es la acuarela, el arte de la dilución, escribo, y los cisnes de Natales se esfuman ante la palabra cisne. La vida se esconde detrás del color para engañarme, la vida corre el riesgo de convertirse en una carta infinita. Una moneda por cada palabra me daba ...

 

   El mundo en jaque

primeros versos

Su gata murió de vieja este verano y el gomero se dejó secar, poco después, obstinado en el balcón. ¿A quién contar esta historia de locos, esta encomienda que llega en un caballo con arneses de plata -cierto rencor en las comisuras- con quién contar? El aire está enfermo ...

 

   Este verano...

primeros versos

Este verano se parece a un pueblo todavía humeante después de un bombardeo. Del otro lado del río, en la bruma, un bote está listo para llevarme a la frontera. Si la metáfora suena dramática, es para proteger esta ausencia sin brillo, el riesgo de una soledad en sordina y a repetición. ...

 

   Fin de estación

primeros versos

Es todo lo que hay: una roca que brilla al fin del día. Habíamos viajado noches enteras y extraviadas muy cerca del esplendor de lo esencial: lluvia sobre la piel sopa en la garganta y un anillo con forma de tortuga. Habíamos puesto ropa a secar sobre árboles que susurraban ...

 

   La cita

primeros versos

a la memoria de Ana Calabrese Íbamos a tomar el vino del atardecer sentadas en el piso, a desplegar el dolor y los amores literarios como un mantel: algunos agujeros y colores seguros. Dos mujeres expulsadas del idioma, de la fiesta, de una terca latitud. Íbamos a dejar que el río nos invada ...

 

   La luna que no vi

primeros versos

En Palenque la sombra empieza a caer sobre el palacio. El último visitante conserva el sombrero sobre la cabeza y el ojo iluminado por el bajo relieve. Mira hacia abajo, agobiado por el peso de los jardines que no existen y el calor. Yo seré esa figura para el foco de otro, pero me quitaré ...