THELMA NAVA | |
Si hoy fuera el último día señalado para no asombrarnos le pediría prestado a mi enemigo su pañuelo de seda, su corbata de sombra. Ataría con ellos las palabras rotas y las que nunca dije. ¿A quién llamaría amiga, antigua compañera de linaje, hermana de mi estirpe? A ella, ... | |
| |
1 No transcurre el tiempo cuando la soledad del hombre está desierta los actos cotidianos nos sitian estrellas como estatuas apagadasvelan nuestro silencio. Acaso el roce de la música suscita un movimientoun gesto un pequeño deseo. 2 El aire quema en ocasiones nos sofoca ... | |
| |
Nacimos diferentes. Somos muchos y pocos para el grito. No nos doblegaremos ante nada. Es la era de Acuario, signo de aire que arrasará las viejas estructuras. De: Tlaltelolco 68 | |
Navegamos los días y las palabras viajan hasta darnos la mano las palabras incendioen los labios insomnes las palabras incendio festín de fuego para el solitario. ¿Qué destino para las palabras? Se recomienza siempre y se vuelve a la palabra primitiva la que ata y nos seduceviva ... | |
La sombra fue siempre la sombra el halo que tu imagen me dejaba. Desterrado de mi paraíso libre por fin de tí de tus congéneres emerge finalmente tu verdadero rostro. ¡Cuánto afecto, mi Dios, desperdiciado! De: Los pasos circulares | |
| |
Será porque hoy tu fotografía junto a mí es una lámpara de fuego y ha venido un poeta de España que persigue tus pasos por la calle de Nápoles de la ciudad de México. Será porque duermes entre peces de tierra y no hay una paloma sobre tu pecho y tu espalda se ha quedado en silencio. ... | |
Certero, como el que apunta al corazón de la uva te aposentas en mí. Preciso como el aire de junio, la infatigable luz se adormece en la tarde o el grito del flamenco despedazando inútiles ocasos. Por ti salgo a encender la pira de los sueños y a cosechar gardenias imposibles ... | |
| |
| |
| |
| |
Los he visto de cerca, solemnes y magníficos, poniéndose su cuerpo cada día mientras les duele el cráneo desvestido. Los he visto en la tierra, azotándose, gusanitos de Dios sin esperanza. Colgados de la vida, con su domingo a cuestas que tarda en regresar una semana. | |
| |
Salieron a contemplar la luna de junio y los niños olvidaron sus juegos. Pocos pueden permitirse el lujo de una muerte elegida en un cierto momento ser un mínimo astro incendiado en el cemento acariciado poco antes por una barredora mecánica de luces amarillas e intermitentes. ... | |
Definitivamente no, señora mía usted no es la mujer que conviene a su marido. Carece de imaginación utiliza el gastado lenguaje de las mujeres de nuestros abuelos. Alterna las visitas a los supermercados con las telenovelas y espera con la crema puesta la cuota semanaria del amor. ... | |
I ¿Sabías que una muchacha desnuda canta como una botella que se arroja al mar? ¿Lo sabías? Escúchame cantar como un árbol lacustre en el centro de Neblilúnea. A la orilla de tu sangre, en tu terrestre compañía. Neblilúnea, la ciudad descubierta por nosotros, conoce tu pasado y el mío. ... | |
| |
| |
| |
| |
| |
Porque no era válido salir a buscar el fuego del mar detuvimos los pasos frente a la tarde campana llamando golpeando las puertas de la ciudad abierta que aguardaba nuestra llegada en su vaivén de niebla. El sol deshecho del día atravesaba las palabras del descubrimiento de las primeras ... | |
| |
| |
| |
Escucha extranjero, yo voy a mostrarte la lejanía. En esta ciudad no navega hoy más barco que el de la soledad. Las sábanas son frías en los hoteles. Hay crímenes y miedo a media noche. Podemos, si quieres, cantar sin corbata y navegarnos tomados de las manos aun a riesgo de ser acusados ... | |
|