ORFILA BARDESIO | |
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Oh mar, mar grande y solitario, tú, si puedes, vuélvete pequeño como la cuenca de mi mano, y yo en secreto te llevaré entre mis dedos como una avellana bien rodeada por el castillo de su dureza, y te dejaré como un reloj que esperamos nos despierte con su campanilla al amanecer... | |
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Quédate conmigo, misterio, no te desnudes de golpe, quédate callado y oscuro, es como eres que te quiero, no explicado por la claridad, ni disimulado por la apariencia, quédate en la ventana abierta al espacio, cerrada a la intimidad. Sin ti no sucede la vida... | |
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En la madrugada cuando todos descansan, se levanta del lecho una voz suave, musita una lejana estrella, en el silencio frío interrumpe las sombras, el aliento humilde de una lámpara: te agradecemos como a una flor, hijita de un instante . Dormir después como el niño en su cuna... | |
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Amigo, llévame al bosque de la mano, entre los corredores de la hiedra y los helechos. Ayúdame a subir el día, ayúdame a cruzar la tarde. Llévame hasta el origen y muéstrame quién dirige la muerte, quién cuelga los racimos transparentes del viento, quién conduce los ojos de los ríos hasta la luz del mar... | |
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Aquella flor con la que hablaba sola de niña, ¿no eras Tú?, ¿no era la corola de tu oído? Aquella flor que nada me decía, pero que con seguridad me conocía sin reproche, ¿quién era?, ¿la Reina, la Señora de todo lo creado, la Pudorosa, envuelta en un instante... | |
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Las estrellas frotaron el cristal de la ventana, con un haz de olor blanco golpeó el jazmín suavemente la puerta, el niño con un cirio en la mano penetró en el corazón de la noche, sus ojos que las tinieblas lustraron, leyeron al oído del Ángel la carta del Sueño... | |
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El aire la recibe cuando anda, el cielo la posee, los árboles la besan, la ama el mar. Sus pies no pertenecen a su cuerpo, sino al camino. Sus piernas le obedecen como columnas a la Música. Sus pasos desprendidos del tobillo no caen en el silencio como sonidos huérfanos... | |
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Mi estirpe es un jardín de hojas profundas que bajaron a besarse la sombra, con ternura. Mi antepasado, un elefante de escandalosa piedra y de roca animal.Mi antepasado fue un espacio ensordecido por el peso . Mis abuelos paternos fueron robles. Mis abuelos maternos, dos manzanos... |
Dieciséis odas y una canción | |