LAURA VICTORIA | |
Ya ni versos escribo, sólo queda este soñar de lágrimas teñido, y una queja distante en el olvido azul lejano de tu voz de seda. Amor no es, es algo que remeda la desmembranza del rosal caído, donde ya ni las sombras hacen nido, ni el viento en rondas de cristal enreda. ... | |
Jugadora de sueños llegué un atardecer hasta tu mesa; llevaba en los cabellos ya marchita la solitaria rosa que me dejó un tahúr la última fiesta, y en los labios el rictus fastidioso de una noche ceniza de placeres, ungida bajo el opio de la luna con una media-luna en las ojeras. ... | |
Voy a partir de nuevo. Mi camino sin alba y sin ocaso, en esta noche es turbio interrogante sobre el vaivén azul del pensamiento, y en la pálida copa del champaña mis labios como pétalos de ópalo inician con su angustia la vieja caravana del silencio. Mañana será el mar, la lejanía, ... | |
Te busco aún imagen ya perdida, cegada luz, desorbitado viento, esperanza tan sólo sostenida por la ternura de mi pensamiento. Algo tuyo quedose entre mi vida como afilada flor de sufrimiento; sangra mi llanto por tu propia herida y sube tu canción por mi lamento. Esa es la causa de mi mal cercano, ... | |
Cuando regreses no hallarás siquiera las huellas del pasado. En el parque los cisnes se murieron y las verbenas rojas se secaron. Esos versos liliales que me oías cogiéndome las manos, cambiáronse por otros calcinantes que visten mi alma de ropaje cárdeno. Y esas dulces promesas ... | |
Yo misma no lo sé, pero vencida, rendí a su orgullo mi virtud pagana, y fui por un momento cortesana, en el sarcasmo de mi propia vida. Con beso ausente refresqué su herida, absorta en él me le fingí lejana, su voluntad despedacé liviana y su pasión hallome arrepentida. ... | |
Amé constante a los que no me amaron y les di la verdad cuando mintieron. Mientras unos temblando me besaron rogó mi beso a los que no quisieron. Siempre busqué los que jamás me hallaron. Mi voz llamó los que jamás me oyeron. Y los que resignados me esperaron nunca en mi copa ... | |
Yo soy la plenitud, soy el estío. Mi piel trigueña por el sol tostada, tiene una leve amarillez de hastío y un perfume de fruta sazonada. Mi amor ondula como turbio río por un valle de yerba calcinada, y es mi beso perenne escalofrío que aviva una celeste llamarada. Amo el dolor ... | |
Vuelvo otra vez a ti con las pupilas hondas de paisajes. Vine a buscar quimeras, y regreso con un sabor de lágrima en los labios y un temblor de cansancios en el beso. No pienses que estoy lejos... Es tan solo la estepa interminable la que impide mi vuelo; pero mis alas son tan blancas ... | |
Vámonos silenciosos por las hondas avenidas de palmas, y dejemos la luna que se tienda como una enredadera a nuestras plantas. No derrames la copa de tus labios entre mis manos blancas, porque son porcelanas palpitantes que transparentan el fulgor de mi alma. ... | |
Espera, no te vayas. Reclínate en la felpa de mis sueños, y con unción sagrada escruta en el horario del silencio. Va a comenzar la danza; la bailaré de espaldas al destino, con los ojos azules de imposible y abierto en hilos el lagar del alma.. Ondularé sobre el calor de todas las bocas ... | |
Quieres borrar con el sopor del vino la hiel de olvido que dejé en tu boca, y eres la polvareda en mi camino y yo soy en tus vértigos la roca. Es inútil que sigas mi destino con el sarcasmo que tu pie provoca. Yo fui para tu orgullo el torbellino, y tú la inundación que se desboca. ... |