GABRIELA MISTRAL | |
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Velloncito de mi carne, que en mi entraña yo tejí, velloncito friolento, ¡duérmete apegado a mí! La perdiz duerme en el trébol escuchándole latir: no te turben mis alientos, ¡duérmete apegado a mí! Hierbecita temblorosa asombrada de vivir, no te sueltes de mi pecho: ¡duérmete apegado... | |
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Nacieron esta noche por las quebradas liebre rojiza, vizcacha parda. Manar se oyen dos leches que no manaban, y en el aire se mueven colas y espaldas. ¡Ay, quién saliese, ay, quién acarreara en brazo y brazo la liebre, la vizcacha! Pero es la noche... | |
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Él pasó con otra. ¡Yo le vi pasar! Siempre dulce el viento y el camino en paz. ¡Y estos ojos míseros le vieron pasar! Él va amando a otra por la tierra en flor. Ha abierto el espino, pasa una canción. Y él va amando a otra por la tierra en flor! Él besó a la otra a orillas del mar... | |
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Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria. Hay besos silenciosos, besos nobles hay besos enigmáticos, sinceros hay besos que se dan sólo las almas hay besos por prohibidos, verdaderos... | |
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Donde fue Tihuantisuyo, nacían los indios. Llegábamos a la puna con danzas, con himnos. Silbaban quenas, ardían dos mil fuegos vivos. Cantaban Coyas de oro y Amautas benditos. Bajaste ciego de soles, volando dormido, para hallar viudos los aires de llama y de indio... | |
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Tú no oprimas mis manos Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos. Y dirías: No puedo amarla, porque ya se desgranaron como mieses sus dedos. Tú no beses mi boca. Vendrá el instante lleno de luz menguada, en que estaré sin labios sobre... | |
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Cajita mía de Olinalá palo-rosa jacaranda. Cuando la abro de golpe da su olor de Reina de Sabá. ¡Ay, bocanada tropical clavo, caoba y el copal! La pongo aquí la dejo allá por corredores viene y va. Hierve de grecas como un país nopal, venado Codorniz. Los volcanes de gran cerviz... | |
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La mesa, hijo, está tendida, en blancura quieta de nata, y en cuatro muros azulea, dando relumbres, la cerámica. Esta es la sal, éste el aceite y al centro el Pan que casi habla. Oro más lindo que oro del Pan no está ni en fruta ni en retama, y da su olor de espiga y horno una dicha... | |
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Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la arena, y que la arena se la tragó el mar. Y que del mar la pescó un ballenero, y que el ballenero llegó a Gibraltar, y que en Gibraltar cantan pescadores: Novedad de tierra sacamos del mar, novedad de un dedito de... | |
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Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras y la noche desierto. Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces en la noche enlazadas. Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas y la noche ... | |
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Niño indio, si estás cansado, tú te acuestas sobre la Tierra, y lo mismo si estás alegre, hijo mío, juega con ella... Se oyen cosas maravillosas al tambor indio de la Tierra: se oye el fuego que sube y baja buscando el cielo, y no sosiega. Rueda y rueda, se oyen los ríos en cascadas que no se cuentan... | |
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El mar sus millares de olas mece divino. Oyendo a los mares amantes, mezo a mi niño. El viento errabundo en la noche mece los trigos. Oyendo a los vientos amantes, mezo a mi niño. Dios Padre sus miles de mundos mece sin ruido... | |
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Yo no quiero que a mi niña golondrina me la vuelvan; se hunde volando en el Cielo y no baja hasta mi estera; en el alero hace el nido y mis manos no la peinan. Yo no quiero que a mi niña golondrina me la vuelvan. Yo no quiero que a mi niña la vayan a hacer princesa. Con zapatitos de... | |
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En el mundo está la luz, y en la luz está la ceiba, y en la ceiba está la verde llamarada de la América! ¡Ea, ceiba, ea, ea! Árbol-ceiba no ha nacido y la damos por eterna, indios quitos no la plantan y los ríos no la riegan... | |
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Columpiamos el santo perfil del pan, voleando la espiga de Canaán. Los brazos segadores se vienen y se van. La tierra de Argentina tiembla de pan. A pan segado huele el pecho del jayán a pan su padrenuestro, su sangre a pan. Alcanza a la cintura el trigo capitán... | |
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Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras y la noche desierto. Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces en la noche enlazadas. Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas y la noche ... | |
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Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa como la hierba a que bajó el rocío, y desconocerán mi faz gloriosa las altas cañas cuando baje el río. Tengo vergüenza de mi boca triste, de mi voz rota y mis rodillas rudas; ahora que me miraste y que viniste, me encontré pobre y me palpé... |