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palabra virtual

Rafael Pombo leído por Gloria Valencia de Castaño    
    Editora del fonograma:    
    H.J.C.K.    
por Gloria Valencia de Castaño    
Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

El gato bandido


Michín dijo a su mamá:
"Voy a volverme Pateta,
"Y el que a impedirlo se meta
"En el acto morirá.
"Ya le he robado a papá
"Daga y pistolas; ya estoy
"Armado y listo; y me voy
"A robar y matar gente,
"Y nunca más (¡ten presente!)
"Verás a Michín desde hoy".

Yéndose al monte, encontró
A un gallo por el camino,
Y dijo: "A ver qué tal tino
"Para matar tengo yo".
Puesto en facha disparó,
Retumba el monte al estallo,
Michín maltrátase un callo
Y se chamusca el bigote;
Pero tronchado el cogote,
Cayó de redondo el gallo.

Luego a robar se encarama,
Tentado de la gazuza,
El nido de una lechuza
Que en furia al verlo se inflama.
Mas se le rompe la rama,
Vuelan chambergo y puñal,
Y al són de silba infernal
Que taladra los oídos
Cae dando vueltas y aullidos
El prófugo criminal.

Repuesto de su caída
Ve otro gato, y da el asalto,
"¡Tocayito, haga usted alto!
"¡Déme la bolsa o la vida!"
El otro no se intimida
Y antes grita: "¡Alto el ladrón!"
Tira el pillo, hace explosión
El arma por la culata,
Y casi se desbarata
Michín de la contusión.

Topando armado otro día
A un perro gran bandolero,
Se le acercó el marrullero
Con cariño y cortesía:
"Camarada, le decía,
"Celebremos nuestra alianza";
Y así fue: diéronse chanza,
Baile y brandy, hasta que al fin
Cayó rendido Michín
Y se rascaba la panza.

"Compañero, dijo el perro,
"Debemos juntar caudales
"Y asegurar los reales
"Haciéndoles un entierro".
Hubo al contar cierto yerro
Y grita y gresca se armó,
Hasta que el perro empuñó
A dos manos el garrote;
Zumba, cae, y el amigote
Medio muerto se tendió.

Con la fresca matinal
Michín recobró el sentido
Y se halló manco, impedido,
Tuerto, hambriento y sin un real.
Y en tanto que su rival
Va ladrando a carcajadas
Con orejas agachadas
Y con el rabo entre piernas,
Michín llora en voces tiernas
Todas sus barrabasadas.

Recoge su sombrerito,
Y bajo un sol que lo abrasa,
Paso a paso vuelve a casa
Con aire humilde y contrito.
"Confieso mi gran delito
"Y purgarlo es menester,
Dice a la madre; "has de ver
"Que nunca más seré malo,
"¡Oh mamita! dame palo
"¡Pero dame qué comer!



De: Fábulas y verdades



RAFAEL POMBO






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