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palabra virtual

Grabación para Palabra Virtual    
    Editora del fonograma:    
    Palabra Virtual    
por Selva Casal    
Marcos Ibarra    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Quiero el mar en la alcoba


Quiero el mar en la alcoba
su resaca su ausencia
desde esta telaraña donde vivo
respiro tus secretos
no cierren no mis ojos
sigan golpeándome
madre estaba absurda
aquella tarde en que nací
sabiéndote a madre
ahora es como tu ausencia la vida
y el amor un inmenso naufragio
donde nadie recuerda
tú querías que yo fuera así
pero aún es más hondo mi quehacer
consiste en descubrir paredes
volar desde los pájaros del amanecer
esperar abrazar
caer en un campo de sangre y de batalla
la batalla es mi pelo y mi arrebato
me arrojo por las calles
corro vuelo
no sé qué cosa me hace ser así
recorro solitarias avenidas
que siempre van al mar
gritando hombre desafiando hombre masticando hombre
me escondo en los cafés y escucho
me despierto y escucho
como al descuido
todo penetra por mis dedos
las casas temblorosas
las banderas
los domésticos días
y aquellos otros punzantes solos
expuestos al silencio
como éste
no me hieras ya más que estoy desnuda
está tu rostro adentro
está tu vida adentro
yo no sé cómo eras cómo andabas
qué piezas descubrías
hoy baja tu mirada de un ómnibus secreto
expande tu mirada el mundo
mi corazón se hiela
estarás a la puerta de la noche esperando
estarás en la boca de la nada
esperándome
como un suicida que quiere retornar
como un oleaje
un astro desaparecido
que no consta en las sombras
en los anales de este dios terrible
no es juego es llama
es que no sé morirme de otra forma
respirar de otra forma
esta luz
esta ruina donde duermo y despierto
que nadie toque tus huesos
que nadie arda detrás de tu camisa
que no mueran las llaves en que habitas
desconocida calle
noche definitiva
es el mar
es el mar
cada ola nos revive y nos mata
es un reloj de noche y en silencio
es una almohada rota
es esta vida absurda
donde cesan amantes y quehaceres
nunca me dejes sola
ni aún muerta no me dejes
estoy golpeando siempre
deja que los fusiles penetren en la alcoba
como en cruenta batalla
que entre el mar en la alcoba
mira
espuma en las paredes
caracolas
de noche y caminando
la noche nos devora
no me arrojes así que no hay ventanas
tuyas son las arañas y el absurdo
viento desconectado
un hongo inmenso nace de las bocas que aman
como entre los escombros resucito
sólo he sido por esto
he construido casas y escaleras
engendrado mil hijos
apuñalado hombres
despierto entre montañas de cuerpos y te busco
busco tu forma exacta
el duro origen donde está tu nombre



De: No vivimos en vano



SELVA CASAL






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