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palabra virtual

Poetas del mundo. Archivo universal. Vol 2    
    Editora del fonograma:    
    Leutun    
por José Emilio Pacheco    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Siameses


Me llamo Tim y odio a Jim, mi hermano
gemelo —y algo más,
ya que nacimos unidos por una membrana flexible
que otorga libertad de movimiento (hasta cierto punto).
Imposible cortarla pues la escisión
acabaría de golpe con nuestras vidas.

Tenemos dos cabezas muy diferentes.
Jim es glotón y sólo come cadáveres
Yo soy vegetariano, estoico, ascético:
mi rival vive esclavo de la lujuria.
Y cuánto me repugnan sus contorsiones
en mujeres de paga mientras yo en vano
hojeo una revista o finjo distancia
mirando en la pantalla videos idiotas.

Yo simpatizo con el pueblo doliente.
Mi ideal es anarquista y odio el poder.
Jim ama el capital, gana millones
pues tiene genio para invertir en la Bolsa.

Él duerme como un niño. Yo soy insomne.
Leo todo el tiempo y Jim detesta los libros.
Me gusta hablar. Mi hermano es silencioso.
Aborrezco la caza, él es experto en venados.

Nos hace millonarios nuestra danza grotesca,
los diálogos obscenos que improvisamos,
y los feroces juegos con espadas.
Dice la gente “¡es el acorde perfecto!”,
“¡nunca se han visto hermanos tan idénticos!”
¿Alguien se ha imaginado nuestra guerra interior,
la lucha interminable que libramos a solas?
(Ninguno de nosotros sabrá nunca
qué significa la expresión a solas).

No podemos creer que existan seres
por separado. Los consideramos
triste mitad de un todo inexistente,
mellizos de un fantasma o espectrales siameses
que alojan en un cuerpo la dualidad, la enemiga
contradicción de opuestos para siempre enfrentados.

Cómo anhelo
vivir sin este monstruo que me duplica y estorba.

Y no obstante de noche, conversamos
en nuestra propia lengua inventada.
Nadie será capaz de descifrar la clave imposible.
En presencia de extraños no se usa nunca.
La llamamos Desesperanto.
Arde en lumbre de rabia y odio hacia ustedes.

Si puedo hablar ahora es porque Jim
duerme su borrachera como puerco en zahúrda.
Despertará en un minuto
y entonces volveremos a la pugna incesante.

Oigan lo que les digo: de verdad
la convivencia es imposible



De: El silencio de la luna



JOSÉ EMILIO PACHECO






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