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La flor de lis    
    Editora del fonograma:    
    El cuenco de plata    
por Marosa Di Giorgio    
Página web de El Cuenco de Plata    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Me estaba reservando lo que a nadie...


Me estaba reservando lo que a nadie. “Voy a ver brillar los bichos”. De noche, azules y rosados, color caramelo, clavelina. Iban despacio, cambiándose señales; u otros muy grandes, de capa negra y lunares blancos, (o blancas y lunares negros), que al chocar en algo firme, se deshacían con un rumor de seda y de papeles.

Me daba cansancio y temor. Y así volví a la silla única. Pero, en el techo estaban boca abajo, matas que yo con peligro había plantado, tomates y azucenas.

Las conejas adentro de la casa miraban hacia eso con aflicción. Y la Divinidad, peluda y brillante, descendía por la pared, eternamente.


De: La liebre de marzo



MAROSA DI GIORGIO






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